Bombay por Mani Ratnam

 

Bombay por Mani Ratnam

Locandina

El segundo encuentro de la reseña “Cosas de Otro mundo. Cine y religión en Asia” nos enseña lo que pasó en la ciudad de Bombay durante las revueltas post-Ayodhya (1992-1993)

Nos quedamos en India para este segundo encuentro del ciclo organizado por el Centro de Estudios sobre el Budismo y másprecisamente en la ciudad de Bombay (actualmente Mumbai) una de las ciudades más pobladas del país. La película, presentada por la profesora Francesca Mazza, es la pluripremiada obra del célebre director indio Mani Ratnam titulada Bombay (1995).
La película fue una producción de la industria cinematográfica de lengua Tamil más conocida con el nombre de Kollywood. En India Kollywood es la segunda industria cinematográfica más importante del país después de Bollywood (industria cinematográfica de lengua Hindi). El cine de Kollywood se caracteriza por la importancia que se le da a la música y a las coreográfias presentes en las películas.
La profesora Mazza ha explicado, antes de la proyección, que la película recibió muchas críticas en (la) India a causa de algunas imágenes violentas y también por el asunto de la trama. De hecho, la película trata de  un amor entre dos jovenes, Shekhar Narayan y Sheila Bano, de diferente religión (él es hindú y ella es muslima) y que a pesar de la voluntad de los padres deciden casarse y mudarse a Bombay. Allí, la tranquila vida de la pareja y de su hijos es amenazada por las violentas revueltas estalladas a causa de la distrucción de la famosa mezquita de Babri Masjid en la ciudad de Ayodhya en el diciembre de ’92 y duradas hasta el enero de ’93.
La película es caracterizada también por su banda sonora, escrita por el compositor indio Allah Rakha Rahman. Las imágenes nos enseñan hasta dónde puede llegar la locura humana alimentada por el odio hacia el Otro.
Otra vez, el tema principal es la intolerancia religiosa que es causa de violencia, y otra vez tenemos una denuncia por parte del director hacia la sociedad de su país. Un país puesto de rodillas por la intolerancia y por la dificultad en aceptar al Otro.

Davide Aliberti

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